
Betalactámicos
El anillo betalactámico forma parte de la estructura de varias familias de
antibióticos; consiste en un anillo heterocíclico de cuatro átomos, tres de
carbono y uno de nitrógeno y según la naturaleza de los radicales se
diferencian las distintas moléculas, siendo las cadenas laterales
complementarias las más relacionadas con su actividad antimicrobiana, farmacocinética
y toxicidad.
Su mecanismo de acción consiste la inhibición de la síntesis de la pared
bacteriana, interfiriendo en la síntesis del peptidoglicano mediante un bloqueo
en la última etapa de su producción (transpeptidación) pero también actúan
activando la autolisina bacteriana endógena que destruye el peptidoglicano. Son bactericidas parciales, ya que sólo actúan en fase de crecimiento celular, y su eficacia es tiempo
dependiente ya que su efecto bactericida máximo ocurre a concentraciones del antibiótico libre 4-5 veces por encima de la concentración mínima inhibitoria (CMI), por lo que es muy
importante respetar o acortar los intervalos entre las dosis (obtención de un
tiempo de persistencia de antibiótico libre por encima de la CMI en torno al
50-60% del intervalo entre dos dosis consecutivas), especialmente en las infecciones
graves por bacilos gramnegativos (BGN) resistentes, dado que no tienen efecto
postantibiótico frente a éstos, mientras que sí lo muestran (de cerca de 2
horas) frente a cocos grampositivos. Tienen un espectro de actividad
antimicrobiana que abarca a cocos grampositivos, excepto Staphylococcus resistente a
meticilina y BGN (enterobacterias y no fermentadores), con excepción de los
productores de enzimas que hidrolizan las moléculas de estos agentes
(productores de betalactamasas, productores de betactalamasas de espectro extendido –BLEE-, metalobetalactamasas y carbapenemasas), cuya distribución clínica varía según las áreas y hospitales.
Los betalactámicos inducen una mayor liberación de endotoxina debido a su
rápida capacidad bactericida y, como consecuencia, provocan una mayor respuesta
inflamatoria. El significado clínico de este efecto, especialmente en el caso
de las neumonías, no está del todo claro. La inducción de esta respuesta
parece ser mayor con penicilina y cefalosporina y menor con los
carbapenémicos. Por esta razón, distintos autores consideran a
estos últimos como los antimicrobianos de elección en infecciones de alta
gravedad producidas por BGN, así como consideran
la administración de corticoides y/o macrólidos con un papel inmunomodulador en
pacientes que sufren neumonías.
La tolerancia a los betalactámicos es por lo general muy buena y sólo un 10% de
los pacientes presentan alergia verdadera a los mismos. Su toxicidad en líneas
generales es baja, residiendo fundamentalmente en problemas gastrointestinales.
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